"Tu espacio para el crecimiento y la plena conciencia. Juntos en la búsqueda del sentido" CENTRO DE PSICOLOGÍA EN MÁLAGA Y MARBELLA
Muchos padres se preocupan de forma constante porque sus hijos sacan malas notas en el colegio. Ante este problema muchos reaccionan con golpes y castigos, pero esto no es apropiado, se deben utilizar estrategias para que los niños entiendan los temas y se sientan cómodos en los ambientes académicos.
De la manera como hay padres que desisten ante las malas notas de sus hijos, también se encuentran los que no se rinden ante esta circunstancia y siguen luchando hasta alcanzar en ellos un cambio que les llene de satisfacción y entusiasmo, para que adquieren conocimientos que los van a ayudar en el transcurso de la vida.
Cuando una situación como esta se presenta, los padres se desesperan y muchas veces recurren a la amenaza para obligarlos a “prestar atención en clase”, sin detenerse a ver qué es lo que realmente pasa con su hijo.
Por lo general, los padres piensan que su función respecto a la educación de los chicos acaba en el momento en que compran los útiles escolares y lo mandan a clases. Pero no es así. Existen hábitos y actitudes positivas que solo crecen si en casa se dan.
Las investigaciones muestran que las principales causas de fracaso escolar, las que incluyen problemas de atención y concentración, son originadas en el propio hogar.
Pero no debemos olvidarnos de un elemento crucial: los problemas de motivación. Los chicos que no encuentran un sentido al estudio, desertan de las aulas o simplemente demuestran que no les interesa el estudio.
– Dedicarle un mínimo de ocho horas de sueño al día. De acuerdo a la edad del niño y a sus necesidades particulares estas horas pueden variar.
– Cuidar la respiración: esto suele pasar desapercibido pero es muy necesario para que el oxígeno llegue a la sangre con facilidad, contribuyendo así a disminuir el cansancio.
– Una alimentación equilibrada y completa: no realizar tareas de estudio después de una comida abundante.
– Motivar e interesar al niño para que realice la tarea propuesta.
– Dejar, entre tarea y tarea, un tiempo de relajación y/o descarga.
Por Gisele Alazraki para MásQuePsicología.com